Tal vez te preguntes quien soy o tal vez, pero si aún no lo sabes yo te hago una breve descripción: mi nombre es Jorge y desde hace 5 años vivo en un refugio de animales es mi vida. Soy parte del refugio y el refugio es parte de mi; a el llegan animales abusados, maltratados, y muchos otros llegan para dejarme su ultimo suspiro. Hoy en día somos 250 perros, chanchos.... y yo. asi que les presento mi blog para que nos acompañen y bienvenido todo aquel que quiera sumar

jueves, 22 de octubre de 2015

Soy rescatista

Soy rescatista.....
y uno de los momentos de mayor satisfacción y empuje que tengo, es aquel día en que tengo noticias de alguno de mis rescatados ya adoptados, y compruebo que a mas de un año de su nueva vida, la está pasando bomba.

Enorme alegría, se me llenan los ojos de lágrimas cada vez que alguien me dice "el perro que traje a mi casa me cambió la vida" "me cambiaste la vida cuando me diste a este perro".
La tarea del rescatista, del animal callejero, abandonado, maltratado, no es una tarea que tenga muchos momentos gratificantes.
Obviamente es bueno sacarlos de su penuria, verlos rehabilitarse, mejorar su salud, recibir el amor que tanto les falta y algunos ni conocieron ni saben aceptar al principio, todo eso es emotivo y gratificante.
Pero se pasa mucha pena, tristeza, angustia, a veces no se recuperan a tiempo y emprenden su viaje final antes de conocer el amor de una familia, otras veces, van y vienen repetidamente a uno y otro hogar, donde creyeron que querían un perro, y pocos días después se dan cuenta de que el perro es un ser vivo, no un peluche que pongo en un estante y enseño a mis amistades.
Y a empezar de nuevo..... para él.... para nosotros.....
En esos momentos nos sentimos agotados, con ganas de tirar todo por la borda ya que parece todo insuficiente para contrarrestar la poca capacidad humana de esta sociedad en que nos tocó vivir y rescatar.
Y de pronto.... una foto.... una llamada.... una noticia... de aquel rescatado ya adoptado por una verdadera familia, es alimento para el alma, es combustible para continuar la lucha.